- NO somos un instrumento de ninguna entidad: ni corporación, ni partido político, ni sindicato, ni nada que se te pueda ocurrir. Sabemos que es difícil de creer, pero somos el pueblo, ni más, ni menos.
- NO recibimos órdenes de ningún jefe: se decide todo en concenso y votación. Cualquiera puede dar su opinión, debatir, oponerse, criticar y construir.
- NO buscamos adeptos, ni esclavos: precisamente lo que buscamos es más gente que nos ayude a construir, todos bajo un mismo objetivo, sin separatismos ni esas estupideces varias que nos meten en la cabeza desde pequeños. Todos somos iguales, todos podemos aportar algo, todos podemos ayudar a educarnos unos a otros, dialogando, informándonos, difundiendo y organizándonos.
- NO somos jóvenes: o al menos no todos. Es algo que a los medios de comunicación parece no quedarles muy claro. Un ejemplo, en las asambleas de Barcelona he visto desde gente de 50 para arriba a gente de 21 años, amas de casa, periodistas, abogados, parados, dependientes, diseñadores... Somos la ciudadanía, o al menos parte de ella, e intentamos que sea toda ella.
- NO tenemos bandera: todos podemos ser de un ala u otra, de una creencia u otra, de una religión u otra, pero hacemos a un lado nuestras diferencias, que son en realidad pocas, e intentamos mirar por primera vez lo que nos hace iguales. Señalamos aquellos problemas que, de sobras, sabemos que nos afectan a todos, y señalándolos salimos a la calle el día 15 de Mayo.
Si hasta ahora hemos movido el mundo con el sudor de nuestra frentre, ¿por qué no íbamos a poder cambiar su trayectoria?
El 15 de Mayo, demuestra que tú puedes, sal a la calle, hazla tuya, reivindica tus derechos.
No somos mercancía en manos de políticos y banqueros... y, como diría anonymous,
Expect us.